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20150504

Núñez, Julieta Noemí (1987 - )


Poeta nacida en Ciudadela, Buenos Aires, en 1987. Es bibliotecaria, y promotora cultural independiente. Creó la revista cultural Sentados en el umbral, y los ciclos culturales “Circo literario” y “Somos putas”.

Integra el grupo de animación y promoción de la lectura Bibliobrujas, grupo que fue galardonado en el año 2019 como la mejor práctica sociocomunitaria de la provincia. Además forma parte de la Red de Bibliotecarias en Lucha de Formosa.

Obras:

  • Cross en la mandíbula (2017)

 En antologías:

  • La vida fértil (2013) 
  • Antología Federal de Poesía. Región NEA (2015)


Así conjuga con jugo en polvo el pseudo poeta


YO escribo
YO soy POETA
YO discurseo
YO poetizo
YO pertenezco a círculos poéticos "raros" ( hacen macumbas y orgías palabristicas de Carniceria de halago- pajas en verso del relieve de las palabras- los poetas que se convirtieron en profesores de algo que no se enseña- ni se aprende)
YO enrarezco
YO me adueño de las palabras
...


Y ACÁ SOMOS PUTAS ...
Las PUTAS raras veces tenemos contacto con las palabras
Con el verso
Con el poema
Más bien tenemos la espuma en la boca
La rabia echa nudo en el estómago que después anuda el cuerpo
Las PUTAS nos disfrazamos de sonrisas mal redactadas
Nos miramos con los ojos de los otros que nos miran con ojos de alfiler ...
No somos poetas ...
Si usamos a la poesía

La prostituimos, la sangramos, la sacamos de la estructura para llevarla a las camas más sucias,
La vomitamos, la burlamos, la ponemos bajo ese campo de concentración para torturarla
Para que reviente, se esparza,
Y al fin sea SOLO CUERPO.

Rutina

Después del calor,
La hoja en blanco
es
una sombra apenas dibujada
con la espuma del detergente
sacrificado por la esponja
que viene a romper
la rutina
de los renglones no escritos


En una esquina cualquiera

Mientras la ciudad
se despierta,
Lentas
bostezan las persianas,
y se despereza,
Se levanta de a poco,
busca la ropa a tientas,
ciega aún,
sale a caminar
sale al encuentro con ellos
que se hallan en una esquina cualquiera,
suelen juntarse en cualquier esquina,
algunos salen del subsuelo,
se mimetizaron con la noche,
ahora se abrigan con las primeras luces del día
A veces entre los azules, a veces en el verde…
Al llegar el mediodía,
van en busca del almuerzo ,
quedaron en reunirse
como siempre en cualquier esquina.
Como todos los días
Algo debe quedar en los basurales,
habrá tirado alguien un pedazo de pan duro?
O tal vez el tan ansiado hueso.
Era de esperarse,
otra vez no hay nada.
La esquina se transforma en un lugar vacío,
Hay que salir a recorrer,
caminar un poco,
entrar de incógnito en algún supermercado,
mirar con ojitos tristes a los transeúntes
uno se apiada y le tira algunas sobras .
No alcanza para todos,
-somos muchos- piensa una.
Cada cual se procura su alimento,
Lo necesario pa’ seguir tirando.
Abunda la comida podrida,
el agua estancada,
olor a ciudad olvidada.
En el norte la siesta es sagrada,
cada uno vuelve a su lugar,
algunas mujeres vuelven a “la ciudad oculta de la cava”.
Otros al tanque.
Otros a un lugar cerca del río.
Alguno seguirá en la vereda con los azules.
Todos duermen,
El sol que los abrigaba ahora los tumba,
Se despiden indiferentes.
Otro atardecer en el imperio del verde,
vuelven a juntarse en una esquina cualquiera.
La ciudad los atropella. Los invade.
Esta vez quisiera tirarme
en el pasto ,
y ser como ellos, dueña de la calle.
Un poeta callejero me dijo una vez:
“Los perros son dueños de la calle, y los gatos
de la cornisa”

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