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20150414

Tula, Luis Rubén (...)

Narrador, poeta y docente nacido en Curuzú Cuatiá (Corrientes), y radicado en Formosa desde hace 43 años. Es Profesor en Letras, con larga trayectoria en el sistema educativo formoseño, por su labor literaria recibió numerosos reconocimientos.

 El ojo curado, Ahora todo es más sencillo, Extrañas y confusas claridades y Cuatro versiones sospechosas, Tierra abierta a la flor.

Tula nació en la correntina ciudad de Curuzú Cuatiá y desde muy pequeño, su familia se radicó en la ciudad de Paraná (Entre Ríos), allí realizó todos sus estudios donde obtuvo el título de profesor en Letras. En 1968 se estableció en Formosa, donde desarrolló su profesión docente y oficio literario en El Colorado, Palo Santo, Laguna Blanca y nuevamente en El Colorado, hasta establecerse finalmente en la capital provincial.

Escritor y educador

Durante su trayectoria docente, recorrió todos los escalafones en educación, fue profesor, director de Tercera y de Primera, director de la Escuela Agrotécnica, regente de Profesorado en Letras, director del Instituto Superior, supervisor de Nivel Medio, coordinador de Educación Superior, subsecretario de Educación e interinó durante tres meses -en 1987- el ministerio de Cultura y Educación de la Provincia de Formosa.

Creó, organizó y dirigió la revista de información y difusión educativa (IDE) del Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia.
Su obra se publicó en las revistas: Interior, La Palabra, Pensamiento formoseño, en suplementos literarios y cartones poéticos.

Su primer libro fue El ojo curado, al que le siguieron Ahora todo es más sencillo, Extrañas y confusas claridades y Cuatro versiones sospechosas, éste último en colaboración con sus amigos escritores Héctor Rey Leyes, Orlando Van Bredam y Humberto Hauff. También figura en la antología Tierra abierta a la flor (Formosa, 1986). Sus trabajos también incluyen micros radiales y televisivos.

Premios, reconocimientos:
Obtuvo el primer premio en el concurso El Camino de la Paz (1960) otorgado por la Organización de la Juventud para las Naciones Unidas (OJAPNU) y el Galardón Latinoamericano en Narrativa de la Fundación Givré (1983).
Reconocimiento público a la trayectoria en la IX Feria del Libro Provincial y VIII Feria Internacional de Formosa (2011). 



Charruino Ruiz

Charruino Ruiz es un tipo macanudo como lo puede ser cualquiera, nadie niega que es macanudo y por eso no todos lo quieren. Charruino Ruiz gusta de pescar pero se pone a llorar cuando un pez se pincha con un anzuelo porque eso es una cosa horrible y muy fea que nadie lo niega; para peor, el pobre pez, tan rico y tan calladito, a veces se clava de manera tal el anzuelo que le sale por el ojo, es decir, se pincha al revés y sale a los saltos con un ojo clavado por el anzuelo que no se puede sacar y para colmo el pobre pez no puede patalear ni gritar ni llorar ni mover los ojos como pidiendo piedad y Charruino Ruiz lo sabe y lo siente y ve que el pobre pez da la impresión de estar muy contento con su anzuelo clavado en el ojo y todo el mundo piensa que salta de bandido no mas que es pero Ruiz sabe que esos saltitos son retortijones de dolor pobrecito el pez que para colmo se esta ahogando de a poco muy de a poco y no sabe si sufrir porque le falta aire y no puede respirar o si porque siente que el anzuelo le ha atravesado el ojo o si porque se esta muriendo porque ha entrado en un mundo tan asqueroso y donde solo es dolor y desesperación para él mientras seres extraños lo miran con indiferencia y ni siquiera lo miran y lo dejan tirado para que se muera de desesperación y de asfixia y dolor mientras charlan muy campantes o por ahí viene uno y mientras conversa o piensa en un partido de futbol le mete una cuchilla en la barriga, se la abre y con las manos le empieza a sacar las tripas a tirones y entonces el pobrecito pez ya no sabe qué creer, qué pensar, por qué llorar sin lágrimas, ya no sabe siquiera si tiene que sufrir y a lo mejor piensa que está equivocado que él no tiene por qué quejarse porque todo está bien y tiene que ser así y que el único tonto ha sido él a pesar de que una mano horrible se le mete en la panza y tira y tira con fuerza hasta sacarle el estomago y los intestinos pero ya llegar a creer que tiene que ser así porque si no no hubiera ocurrido una cosa tan horrible y una cosa tan horrible no puede existir y por lo tanto no debe ser malo sino bueno así que se resigna a ser un tonto y se muere como pidiendo disculpas por todas las molestias que ha causado…
Pero Charruino Ruiz no cree demasiado en esto y aunque le gusta muchísimo el pescado ya no pesca más con anzuelo de acero sino que los hace de chocolate y miel pero con malos resultados porque por lo visto los peces prefieren el otro anzuelo y Charruino Ruiz cada vez que quiere comer pescado está con su caña largas horas tratando de encontrar un pez comprensivo y finalmente se compra uno en el mercado.

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